Dos oros

Rudy machaca sobre Dwight Howard en una de las acciones más espectaculares del torneo

Rudy machaca sobre Dwight Howard en una de las acciones más espectaculares del torneo

Que sí, que sí, que el yuesei ha ganado la medalla de oro olímpica. Bien, titulares para ellos; gloria para nosotros. La palabra campeón moral siempre ha sido poco amiga mía porque no era más que una mera excusa para denominar a un perdedor. Pero, en este caso, en estas Olimpiadas, dos equipos han ganado el oro. Y la palabra campeón moral empieza a ser adecuada…

Y ser campéon moral y tener una plata dorada ya es suficiente para poder aguantar ahora el orgullo yankee con un paragüas. Y, quién sabe, quizá con unos árbitros menos permisivos, quizá con Calderón…Quizá entonces no estaríamos hablando de campeón moral y sí de campeón.

Pero, en todo caso, hay hechos para que nos sintamos orgullosos de nuestro país. «Es imposible que España nos gane» decía un crecidito LeBron James antes del partido. Sólo por ver sus aspavientos cuando veía que tenía que tragarse sus palabras, ya ha merecido la pena. O por ver ese mate de Rudy sobre Dwight Howard, una bestia de la naturaleza. O por ver ese triple de Rudy en la cara de Tayshaun Prince, uno de los mejores defensores exteriores de la liga. O por ver la vuelta de Navarro. O, simplemente, por ver el orgullo español sin amilanarse ante el «Redeem Team». Hechos que hacen que este partido sea uno de los más grandes de la historia.

Aún así, el oro real fue para el USAB Team. Quizá su final resultó decepcionante, con un Coach K poco atrevido y teniendo que echar mano del salvador de siempre, Kobe Bryant. Sin embargo, fue la presencia de Mike D’Antoni, amplio conocedor del baloncesto europeo, la que les permitió volver a la gloria. Y es que, digan lo que digan, la Estados Unidos vista en estos JJOO se ha parecido mucho a la de anteriores ediciones pero con un poquito más de suerte. La aglomeración de egocéntricas estrellas ha sido la misma y jugadores de verdad como Tay Prince, Michael Redd o Carlos Boozer se han estado mordiendo las uñas en el banquillo. Y es que, sin la lesión de Ginóbili o con unos árbitros más favorables, Argentina podría haber dejado a los americanos sin la lucha por el oro.

Por su parte, España, sin mostrar la fluidez vista con Pepu, se ha llevado una plata con sabor a oro sin hacer grandes méritos durante toda la competición. Sin embargo, el buen hacer en los momentos críticos (remontada ante China, cuartos de final, semifinales, final) y la calidad de los doce pupilos de Aíto ha hecho posible el seguir en la línea exitosa que nos lleva caracterizando durante los últimos años. Ahora, podemos estar hablando de final de un ciclo con la marcha de Jiménez, el también adiós de Aíto y el más que probable merecido descanso de Pau Gasol.

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