21 años después (That’s the end, man)

Era 12 de Mayo cuando escribía una entrada con el nombre de `Lakers-Celtics: La final soñada´. Como su propio título reflejaba, era tan sólo éso: un sueño. Por aquél entonces, los Celtics vencían 2-1 a los Cavaliers y los Lakers empataban con los Jazz. Quedaban muchos partidos por jugar para llegar a la final. Pero, finalmente, ayer se consumó el sueño en el Palace de Auburn Hills y, 21 años después, veremos una lucha infernal entre los amarillos y los verdes.

Tras el ya confirmado pase de los Lakers, quedaban los Celtics por cumplir su tarea. Tras un mágico partido, los Celtics están ahí. Ahora, la NBA vuelve a ser el mito que fue antaño. Y Stern ve cómo las pésimas audiencias, generadas por Spurs y Cavaliers el año pasado, subirán como la espuma.

Ahora queda una semana para analizar los diversos puntos que genera esta final pero, mientras, en Detroit se ha acabado una era. Así lo reflejaba ayer Rasheed Wallace que, tras consumarse su eliminación, soltó un `That’s the end, man´. Esto es el final, tío. El final de una época gloriosa, los mejores Pistons desde los míticos `Bad Boys´ y un equipo que ha marcado tendencia. Ahora, la primera cabeza que puede rodar es la de Flip Saunders. Pero, tras él, el propio Rasheed Wallace, Richard Hamilton o Lindsey Hunter (en este caso dejaría el baloncesto) podrían buscarse las habichuelas bajo otro techo.

Con la caída de estos Pistons, y la más que posible crisis en la que se sumergerán Spurs, Suns o Mavericks en los próximos dos años, se abre un nuevo techo para la NBA. Stern ha sentado de un plumazo a los que se atrevían a poner en jaque a la liga del otro lado del Atlántico. Con una final Celtics-Lakers y la desparición de partidos ante equipos europeos, la NBA borra las astillas que le atormentaban en los últimos años: la falta de audiencia y el no ser ya la liga reina (o, al menos, tanto como lo era antes). Ahora nos toca disfrutar y recordar tiempos pasados. 21 años después…